Durante los primeros días del ciclo lunar el Sol ilumina una pequeña sección de la Luna, haciéndola visible. Al mismo tiempo el Sol ilumina la Tierra y, como en un juego de billar, ésta refleja la luz solar en la Luna, permitiendo que se vislumbre la zona oscura. Esa débil luz terrestre es la luz cenicienta. Esta serie de fotografías muestra, durante cinco días consecutivos, una misma dualidad: la parte de Luna iluminada por el Sol y la parte de Luna iluminada por la luz que refleja la Tierra. A simple vista no siempre es posible observar este fenómeno. Actualmente, la medición de la luz cenicienta y sus variaciones se utilizan para monitorizar el cambio climático.