En 1717, el Rey Jorge I organizó un festejo por el Támesis. Junto a la barcaza real navegaba otra con 50 músicos que tocaban las suites que Händel compuso para la ocasión, conocidas como Música Acuática. De ellas, la suite en Re mayor (HWV 349) era la más festiva, con cornos y trompetas muy resonantes para que la música se oyera sobre el rumor del agua. En esta serie de fotografías, las notas de aquella suite se reflejan en cinco gotas de agua, una por cada movimiento, como alegoría de la Música Acuática barroca.